Hace escasamente un año que se presentó en el acogedor auditorio de Taberna Vinos Chueca, en el popular barrio de Casetas, un grupo novedoso y extraño.
Respondían al insólito nombre de Los 3 Norteamericanos, llegaban para poner en escena canciones de los años 60. Un repertorio con temas muy populares, pero de alta calidad.
Su nacimiento fue espontáneo, “sin ánimo de lucro”, con la finalidad exclusiva de divertirse y de lograr la felicidad de los espectadores.
Los tres integrantes residen en la Ribera Alta del Ebro: el poeta, editor y agitador cultural David Giménez (de Remolinos), el dinámico cantautor y músico Roberto Artigas, de Casetas, y dueño del mítico Vinos Chueca, y el también cantautor, escritor y periodista, Joaquín Carbonell, residente en La Joyosa.
Muchas mañanas se reunían para interpretar canciones como “Qué será”, “Mis manos en tu cintura”, “Volare” o Tu vuofail’americano”, de autores míticos como José Feliciano, Adamo, DomenicoModugno o Renato Carosone, respectivamente.
Hasta que un día decidieron saltar al escenario y aparecieron ante sus amigos en Vinos Chueca. Esta fórmula tan simple, tan sencilla (solo contrabajo, guitarra y voces) y tan modesta, se reveló como un formato deslumbrante. El público, inevitablemente, no puede evitar cantar cada canción.
¿Nos lanzamos? Se dijeron un día. Se lanzaron. Con una condición, iban a hacer partícipes de esta aventura a aquellas instituciones que necesitaran una dosis de alegría.
Así, debutaron en Jaca para un proyecto de ACNUR. Han actuado para ancianos en varias residencias, y en Casa Amparo, de Zaragoza, donde Carbonell fue invitado a ser pregonero de sus fiestas. O han llevado (y lo seguirán haciendo) su contagiosas canciones a los centros penitenciarios de Daroca y Zuera. Y además, actúan cobrando en aquellos pueblos y ciudades que desean programar esta actividad para sus vecinos.
La difusión de su “espectáculo”, que incluye notables dosis de humor ingenuo y delirante, les llevó a aceptar grabar en directo “Live in San Martín (del Moncayo)”. Un disco sin trampas, sin engaños, la reproducción fiel de lo que sucede en el escenario.
En este año escaso de actividad han actuado en Huesca, se les vio en la televisión autonomica aragonesa en la entrega de premios Simón, del cine aragonés, llegaron hasta Salcedillo, el pueblo más pequeño de Aragón.
Y ahora desembarcan con “Tengo una novia en Suiza” en el CC Universidad , para ofrecer su pequeño cabaret a los visitantes de los Pilares y zaragozanos locales.
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