Teatro Alquímico presenta Esta psi-que es buena, adaptación del asombroso mito de Eros y Psique, obra ejemplar que Apuleyo recogiera en su Asno de Oro y que representa el triunfo de Psique por Amor.
Es decir, su reconversión total tras pasar por una serie de pruebas y dificultades incluyendo un paso por los infiernos de los que sale regenerada, siendo admitida entre los dioses.
Con la actuación estelar de Venus en persona y con la colaboración especial del gran Júpiter además del travieso Cupido. Baco aparecerá al final, en el ambigú se ofrecerá un vino como celebración al estreno.
Los actores que interpretan la obra son Raquel Poblador y Javier Zapater, bajo la dirección y adaptación de Carlos Alcolea.
La cita es esta noche a las 22,00 horas con la entrada desde 12€.
Se trata ademas de la primera obra que el Teatro Alquimico concibe en base a la escrita por Apuleyo. Habla de “El Mito de Eros y Psique”, la liberación de Psique por Amor, que tras padecer no pocas dificultades, pruebas entre las cuales se incluye el paso por los Infiernos, finalmente consigue liberarse dejando atrás todo condicionamiento o
limitación, otorgándosele el derecho de habitar entre los dioses, quienes la han asistido de una manera u otra en la consecución de tal hecho.
Un viaje que todos estamos llamados a realizar, vinculado con los Misterios de la Vida y de la Muerte. Esta pieza se ha concebido respetando los pilares que la fundamentan, aunque eso sí, adecuando su forma a las circunstancias presentes de manera que cada quién la
comprenda según sus posibilidades.
Desde un punto de vista, esta es una historia contada con humor, amena y divertida, con la que pasar el rato y olvidar las preocupaciones habituales, dependiendo de lo copado que se halle el espectador con respecto a estas miasmas mentales.
Si se amplía el campo de visión, por así decir, estamos ante un mito que transmite ciertos valores como la valentía, la generosidad, la paciencia y la sabiduría, cualidades del dios Hermes, mensajero de los dioses.Y si seguimos ampliándolo, esta historia, es un psicodrama -que puede vivenciar quien a ello esté llamado-, en el que se dramatiza el viaje que realiza todo ser por Amor, comprometido hasta la médula con lo esencial: el Conocimiento de uno mismo como símbolo o imagen de la divinidad.
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